Cada año tengo la suerte de casar parejas que ya tienen hijos y digo suerte porque gracias a ellos hay momentos memorables el día de la boda, siempre dan alegría y muchas anécdotas.
Con las parejas que se casan siempre suelo hacer preboda para poder conocernos mejor, que pierdan el miedo a la cámara, es un paso previo para poder hablar de todo, conocer los preparativos, las sorpresas que están preparando…. y no llegar a la boda siendo una desconocida!
Las prebodas se asocian a parejas y fotos más románticas pero ¿qué pasa cuando los que se casan ya vienen con «mochila» ?? Pues que la preboda se convierte en una sesión de familia donde conocernos es una excusa perfecta para poder tener un bonito recuerdo.
En este caso fue todo bastante rápido, quedaba poquito para el gran día y tampoco tenían mucho tiempo así que fuimos un rato a esta bonita playa del Garraf situada muy cerquita de Barcelona donde pasamos un rato en familia.
Sólo tuvimos una hora pero fue suficiente para jugar, disfrutar, descubrir lo que es el torero-bombero … y derretirme al ver a estos peques a cual más guapo!! <3<3