Este sábado llega su gran día y hoy quiero recordar la preboda que hicimos en Girona.
Es difícil definirlos en pocas palabras pero se puede resumir en que son la leche!!!. Con Dani es imposible no reirte, tiene un sentido del humor muy peculiar y ella, puro nervio, es su compañera perfecta, se ve a la legua que son tal para cual.
La «temática» de la preboda estaba bastante clara desde el principio, él quería hacer esta sesión en el lugar donde había pasado los veranos de la infancia, la casa de encuentro de su familia, donde siempre había gente en verano y a la que está atado emocionalmente con tantos y tantos recuerdos. Así que allá que nos fuimos a la casa familiar cerquita de la playa para añadir a la lista un momento más a todas las vivencias que hay en esa casa….si las paredes hablasen! jeje
Siempre aconsejo en las prebodas ir a algún sitio que sea simbólico para la pareja ya que, aunque el resto del mundo sólo vea unas fotos en una casa, para ellos es mucho más que eso, es «su» lugar, su sitio favorito, donde tienen tantas historias vividas, tantos momentos y recuerdos … Tengo mucha suerte de haber podido contribuir un poquito a dejar unas cuantas fotos para la eternidad, cuando sean viejitos y estén con sus nietos celebrando las bodas de oro espero que saquen estas fotos y recuerden todas las risas y buenos ratos que pasamos haciendo la sesión con una casa como protagonista, quizás dentro de 50 años la casa no esté o haya cambiado de dueños pero lo que nunca se irán son las fotos que servirán para recordarla y para revivir este momento.
Muchas ganas de que llegue mañana y seguir contando su historia 🙂
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