Esta pareja me ha dado muchas alegrías, primero en su preboda viví un atardecer impresionante, sin palabras, creo que es la luz más bonita que me he encontrado esos colores anaranjados y tan intensos …. sin palabras (y si lo queréis ver podéis pinchar aquí), después el día de la boda. Poder vivir una boda con costumbres y lugares diferentes a los habituales siempre es un reto, que el pueblo se paralice para la salida de la novia, que todos vayan detrás de ella caminando hacia la iglesia, que una fila de motos estuvieran en la puerta de la iglesia para homenajear al novio que es piloto profesional, la cantidad de regalos y sorpresas que le prepararon sus amigos (moto hecha por ellos mismos incluida!) hasta el metre de Villa Retiro en Xerta tuvo que intervenir porque sino todavía estaríamos en la boda jejej, la fiesta dándolo todo…… en fin un bodorrio con todas las letras 🙂

Como anecdota me quedo con la «putadilla» que es costumbre hacer en la casa del novio, se despertó y se encontró en la puerta un arbol + todos los containers de basura del pueblo 😅 , así es que cuando llegamos el padre estaba con el tractor y la motosierra para quitarlo de la entrada…BRAVO!!!!! Encontrar al padre del novio con un tractor delante de casa no me lo hubiera imaginado en la vida!

Y qué decir de esos niñ@s que acompañaban a los novios y que tanto les gustaba el vestido de la novia para jugar! Puro amoooorrrr

Y por último deseando ver dónde me llevan de postboda para volverla a liar 🙂

De momento aquí os dejo un pequeño resumen de cómo fue su gran (y caluroso) día.

Lugar de la celebración: Villa Retiro Xerta

Segunda fotógrafa: Núria Tarrida