Esta boda en el Mirador de les Caves fue realmente increíble, no sólo por el lugar de la celebración, que siempre es éxito asegurado cuando Cal Blay se hace cargo, sino por la predisposición, las ganas de fiesta, de pasar un día único, de aguantar el calor, de pegarse un bañito en la playa antes de la boda (sí, yo también acabé en el agua) en fin, una boda de esas que no sabes lo que viene después 🙂
Pues empezamos por la mañana con los preparativos del novio y lo que se suele hacer normalmente es hacer las fotos mientras el novio se prepara …. pues aquí aprovechamos que muchos amigos habían venido desde Francia para la celebración y nos fuimos a la playa, unos pases de balón y…al agua!! Como podréis ver ni me lo pensé a meterme yo también y eso que no llevaba bañador pero siempre en el coche de un fotógraf@ de bodas hay ropa de recambio por si acaso.
Posteriormente nos fuimos al hotel para empezar a prepararse y de ese momento me quedo con una imagen super tierna, el abuelo paterno que también se habían desplazado desde Francia haciéndole el nudo de la corbata y los grandes momentos que nos brindó después en la fiesta! Un crack!
La ceremonia fue en la iglesia de Sant Sadurní d’Anoia bajo un sol implacable pero en contrapartida tuvimos una puesta de sol como pocas, una luz naranja que se colaba entre las viñas… sin palabras
La cena también fue diferente ya que en Francia no se estila entregar todos los regalos que aquí se hace pero eso sí, tuvieron un montón de vídeos que les habían preparado a cual más diveretido! La verdad es que lo kurraron mucho y en broche final, los novios abrieron su primer baile de casados … junto a una coreo que habían preparado con familia y amigos <3
Y la guinda final, la fiesta, esa parte que tanto me gusta y que en este caso superó todas mis expectativas, vaya familia bailonga.
En resumen, una boda de 10 🙂
Espero que os guste.
Vestido:Laure de Sagazan
Celebración:Mirador de les Caves
Segundo Fotógrafo: Sergi Rovira