Aunque he hecho unos cuantos partos este ha sido diferente. Hasta ahora siempre había ido a hospitales pero esta vez ha sido en casa y la experiencia me ha dejado sin palabras. No estaba preparada para ver a 3 comadronas disfrutando de su trabajo de esta manera, siempre con una sonrisa, con un gesto de amor y empatía, con las palabras adecuadas y exactas a cada momento …ufff sin palabras me dejaron Lucia, Inma y Carla del equipo de Nèixer a Casa. Así que esta entrada es para ellas, para decirles que transmiten amor por lo que hacen y eso se nota.
Recibí la llamada Sonia diciendo que creía que ya se iniciaba el parto y en 20 minutos estaba en su casa, al abrir la puerta no se me olvidará como Guille me dice «saca la cámara que no llegas!», yo pensaba que bromeaba pero tal cual, en cuanto entré al comedor vi que empezaba a asomar la cabeza de la peque y en décimas de segundo ya estaba «disparando». Una envidia de parto que duró nada y menos! pero mientras iba disparando al ver salir completamente a la peque y ponerla en brazos de su madre vi lo que nunca había visto hasta ahora, dos comadronas abrazándose felices, emocionadas, daba la sensación de que era la primer criatura que traían al mundo! En ese momento ves las cosas de manera diferente, ves que esas personas aman lo que hacen, que es mucho más que un trabajo.
Toda la tarde transcurrió como si un grupo de amigas y familia hubieran quedado para merendar, Guille se puso a cortar jamón para hacer unos bocadillos, la hermanita mayor jugando por casa, la abuela recogiendo la ropa de la terraza…. Un clima de hogar y buen rollo increíble.
Lucia me enseñó una clase magistral sobre la placenta y sólo puedo decir que nunca había escuchado a nadie hablar con tanto amor y cariño de una placenta!
También me llamó la atención que cuando rellenan los papeles del nacimiento no sólo hacen los papeles «oficiales» sino también escriben en una hoja cómo ha ido el parto desde un punto de vista anecdótico, explicando detalles como que la madre se disponía a preparar galletas esa tarde cuando empezó a notarse las contracciones.
Otra cosa que me sorprendió fue la memoria de Inma, se acuerda de los nombres y los meses en que nacieron sus bebés! Una amiga mía parió en casa con ellas y yo dije mal las fechas (perdona Maite la memoria no es lo mío) y ella se acordaba y me corrigió y hablamos de un parto que ocurrió hace 10 años!
En resumen, una experiencia inolvidable, estas mujeres llevan esta profesión en las venas y espero que cada vez sea más habitual escoger parir en casa porque con un equipo así da gusto. Sois muy grandes chicas!
Y para acabar os dejo unas palabras de Inma:
«Las comadronas somos las guardianas protectoras de la madre y el bebé. No hacemos los partos, acompañamos nacimientos. Nuestro papel es cuidar que todo esté perfecto y nada perturbe el trabajo de la madre, dar apoyo moral, físico, logístico y vigilar atentas que no aparezcan signos de peligro.»
Aquí os dejo su web www.neixeracasa.com
